Vea ejemplos de las victorias de nuestro bufete de abogados
En octubre de 2019, nuestro bufete, conjuntamente con el co-litigante Tom Kline de Kline and Specter, ganó un veredicto que rompió récords por daños punitivos por un monto de $8 mil millones contra Johnson & Johnson y su filial Janssen Pharmaceuticals, los fabricantes de un medicamento llamado Risperdal. Nuestro cliente sufrió de una condición conocida como ginecomastia, que es el crecimiento de mamas en varones, tras ingerir Risperdal. Johnson & Johnson originalmente había desarrollado Risperdal para tratar esquizofrenia en adultos. A fin de obtener más ganancias, Johnson & Johnson comercializó el medicamento sin etiqueta para niños. Johnson & Johnson no divulgó datos científicos del público que mostraba que el fármaco causaba esta seria deformidad en varones jóvenes. Johnson & Johnson causó daños a los más vulnerables miembros de nuestra sociedad, simplemente para ganarse unos pocos dólares más. El jurado envió un mensaje a Johnson & Johnson: No es aceptable causar daños a niños intencionalmente. Johnson & Johnson necesita cambiar su forma de actuar.
El veredicto por $8 mil millones estableció múltiples récords. Es el tercer veredicto por jurado más grande jamás obtenido para un demandante individual en los Estados Unidos y es el más grande veredicto por jurado para un solo demandante jamás otorgado en Pennsylvania.
En el segundo juicio de la firma contra Bayer/Monsanto, Jason Itkin, Noah Wexler y Roland Christensen, junto con Thomas R. Kline, Chris Gomez, Melissa Merck y Toby L. Millrood de Kline & Spector, ganaron otro veredicto histórico para otra víctima de Roundup, el herbicida más famoso del mundo. La dedicación incansable de nuestro bufete a la verdad llevó al veredicto de $2.25 mil millones.
Durante décadas, Monsanto había estado ocultando el hecho de que Roundup causa cáncer. Bayer ha mantenido que Roundup era fundamentalmente seguro de usar a pesar de un consenso científico de que Roundup puede causar cáncer, específicamente linfoma no Hodgkin.
Nuestro cliente, John, usó Roundup tanto en su casa como en el trabajo, lo que lo expuso a niveles más altos de glifosato que la mayoría de las personas. Por supuesto, John sentía que no tenía nada que temer porque Monsanto había dicho públicamente que Roundup era seguro, aunque sus científicos internos sabían que no lo era.
Nuestro equipo presentó la historia de John a un jurado altamente educado que consideró cuidadosamente la evidencia antes de decidir que John debería recibir $250 millones en compensación y luego otorgar $2 mil millones en daños punitivos contra Monsanto/Bayer para disuadirlos por su mala conducta.
Este es el veredicto más grande contra Monsanto o Bayer por Roundup. Nuestro bufete estaba orgulloso de poder ayudar a John y a otros a responsabilizar a una de las compañías más grandes del mundo por envenenar engañosamente a los estadounidenses.
Arnold & Itkin representó a la madre de Kiersten Smith, una joven que falleció cuando una grúa se derrumbó sobre su edificio de apartamentos. Los demandados pasaron cuatro años señalándose mutuamente en lugar de asumir la responsabilidad, pero su estrategia se desmoronó frente a los ojos del jurado.
El 8 de junio de 2019, Kiersten Smith estaba preparando la cena con su prometido en su hogar en East Dallas cuando una grúa se derrumbó sobre su edificio de apartamentos. La grúa cayó directamente en su sala de estar, arrebatándole un futuro y a sus padres a una querida hija.
El principal responsable en este caso, un desarrollador inmobiliario llamado Greystar, no aseguró adecuadamente la grúa en respuesta a un pronóstico de tormenta. Como resultado, los vientos empujaron la grúa hacia el edificio de apartamentos al otro lado de la calle. Sin embargo, en lugar de asumir la responsabilidad, Greystar culpó al operador y propietario de la grúa. Jugaron juegos de retraso con una madre afligida en lugar de abordar la pérdida que causaron.
Después de casi cuatro años, nuestro bufete llevó a Greystar a juicio. Al final, el jurado vio a través de las tácticas de la empresa y otorgó a nuestra cliente un veredicto récord de $860 millones.
El 5 de marzo de 2016, nuestra cliente se detuvo brevemente cerca de unas vías de tren después de perder a sus amigos durante una salida nocturna. Minutos después, los operadores del tren avistaron su cuerpo inmóvil en las vías a cierta distancia e incluso la identificaron como una persona, pero no hicieron ningún intento de detenerse ni siquiera reducir la velocidad del tren.
Tras el impacto, nuestra cliente sufrió graves y cambiantes lesiones que le cambiaron la vida, incluida la pérdida de una pierna, la pérdida de varios dedos y daños cerebrales severos. Todas estas lesiones causaron a nuestra cliente un considerable dolor físico y sufrimiento emocional, al mismo tiempo que requirieron una extensa terapia física.
El abogado Kyle Findley y nuestro equipo demostraron en el juicio que los operadores del tren podrían haber evitado el impacto si hubieran tomado las medidas adecuadas. Como resultado, el jurado otorgó a nuestra cliente 557 millones de dólares de Union Pacific, asegurando que ella pueda cuidar de sí misma a pesar de su capacidad de ganancia disminuida y los enormes costos médicos.
Nuestra firma está orgullosa de este resultado y emocionada de haber logrado lo que nuestra cliente necesitaba.
Los honorarios y gastos de abogados sumaron un total de $145,423,128.70
Los abogados Jason Itkin y Cory Itkin ganaron un veredicto por $222 millones contra la compañía de reparación y mantenimiento de tuberías Team Industrial Services, Inc. a nombre de una mujer quien perdió a su esposo en un accidente industrial. En 2018, el esposo de nuestra clienta fue enviado a revisar la liberación de vapor en el 14avo piso de una planta pero al llegar, fue quemado con vapor supercalentado que le cubrió de graves quemaduras. Fue transportado por aire a una unidad local de quemaduras pero sucumbió a sus lesiones al día siguiente. Con nuestras investigaciones, descubrimos que el accidente fue el resultado directo de la negligencia de Team Industrial.
Se determinó que la liberación de vapor fue causada por una válvula deficiente que fue inspeccionada y modificada por Team Industrial Services. Hubo registros probando que la compañía sabía que la válvula era defectuosa y que eventualmente iba a fallar. Sin embargo, Team Industrial negó su responsabilidad durante todo el juicio, hasta que el jurado entregó su veredicto.
¨El veredicto del jurado fue claro y fuerte: Las vidas humanas importan y las grandes compañías no pueden evadir su responsabilidad para con los desastres mortíferos en el lugar de trabajo¨, dijo el abogado Jason Itkin en una declaración.
Independientemente de la negación del demandado, los hombres y mujeres del jurado vieron los hechos por lo que eran y subsecuentemente otorgaron a nuestro cliente $27 millones por el dolor físico y $30 millones por la angustia mental sufrida por el esposo de nuestra clienta antes de fallecer; $75 millones por la pérdida de su compañero de vida y $90 millones por sufrimiento pasado y futuro que nuestro cliente tendrá que enfrentar por perder a su esposo.
Ha sido un honor para nuestro bufete asegurar que se hizo justicia para nuestra clienta en memoria de su esposo. Familias como la de ella son la razón por la cual nos hicimos abogados, y continuaremos luchando por resultados como éstos hasta tanto las compañías no dejen de causarle daño a otros con su negligencia. Pase lo que pase.
Karl y Laura Schneider tenían todo lo que se podía desear. Se conocieron en la escuela secundaria, salieron juntos durante la universidad y siguieron carreras exitosas. Karl trabajaba para una empresa de perforación después de ascender a jefe de equipo, uno de los cargos más altos en una plataforma de perforación, antes de cumplir 35 años. Él y Laura se habían establecido en New Hampshire, donde estaban criando a sus hijos.
Como parte de su nuevo trabajo para Terra Energy, Karl fue enviado a trabajar en los campos petroleros del oeste de Colorado. Lo que sus nuevos empleadores no revelaron fue el riesgo de un virus raro pero prevenible único en la zona: el virus Hanta.
El virus se transmite en las heces fecales, la orina y la saliva de los ratones. Aunque altamente fatal para los humanos, reconocer los signos tempranos aumenta la probabilidad de supervivencia; siempre y cuando la empresa tomara en serio medidas de mitigación y prevención a través de capacitación y control de plagas, no sería un problema.
Desafortunadamente, la empresa no hizo nada de eso.
Terra Energy no sólo permitió que los espacios habitables y de trabajo de los trabajadores estuvieran plagados de ratones, sino que ni siquiera les informaron sobre el hantavirus o sus primeros síntomas, a pesar de tener una política escrita sobre los peligros del hantavirus y cómo prevenirlo. En consecuencia, cuando Karl se enfermó de hantavirus en septiembre de 2019, pensó que era gripa y trató de superarla. Cuando ingresó en la sala de emergencias, el virus había avanzado demasiado como para salvarle la vida.
Murió esa noche, a casi tres mil kilómetros de su hogar y su familia.
Laura nos llamó cuando quedó claro que la empresa ocultaba algo sobre la muerte de Karl. El CDC investigó la causa de la muerte de Karl y confirmó lo obvio: Karl había contraído una cepa de hantavirus común en el oeste de Colorado. Nuestra investigación encontró que Terra Energy sabía sobre el riesgo de Hantavirus; incluso poseían documentos de seguridad heredados de la empresa anterior propietaria de esas instalaciones. A pesar de todo esto, lo máximo que le ofrecieron a Laura fueron 200.000 dólares, una cantidad insultante teniendo en cuenta lo que ella y su familia perdieron.
Los abogados Caj Boatright y Roland Christensen lo consideraron insultante. Trabajaron en el caso día y noche durante años, eliminando tácticas dilatorias tras tácticas dilatorias con litigios incesantes. Después de tres años de eludir responsabilidades, un jurado vio lo que nosotros vimos: una empresa que causó la muerte de un buen hombre porque no se molestaba en ser honesto con sus empleados. El tribunal concedió a la familia de Karl 103,6 millones de dólares y le impuso a Terra Energy otros 105,6 millones de dólares en concepto de daños punitivos.
Nuestra firma estaba orgullosa de lograr justicia para la familia de Karl, honrando su memoria al obligar a la compañía a reconocer su culpabilidad públicamente.
Los honorarios y gastos de abogados sumaron un total de $31,630,206.34
Kurt Arnold, Jason Itkin, Noah Wexler y Caj Boatright lograron un acuerdo récord de $205,000,000 en nombre de sus clientes. El acuerdo se alcanzó después de varios años de ardua litigación que superó múltiples obstáculos procesales y sustantivos. Después de docenas de declaraciones, el caso se resolvió poco antes del juicio.
Kurt Arnold, Caj Boatright y Roland Christensen obtuvieron un acuerdo de $193,000,000 para dos trabajadores marítimos heridos en una explosión de un oleoducto. Lamentablemente, uno de los trabajadores heridos falleció debido a sus lesiones. Después de ser contratados, Arnold & Itkin se movilizó de inmediato, investigando el incidente, recopilando pruebas y tomando numerosas declaraciones de los testigos clave del caso. Nuestro bufete navegó el caso a través de los aspectos únicos del derecho marítimo. Nuestra experiencia en esta área del derecho garantizó que el caso avanzara rápidamente hacia el juicio, algo que las compañías negligentes querían evitar a toda costa. En lugar de enfrentar un veredicto del jurado, las compañías cedieron y pagaron un acuerdo que brindará sustento a estas familias durante generaciones. Además de impulsar el caso hacia el juicio, Arnold & Itkin también ayudó a nuestros clientes a recibir la mejor atención y apoyo después de un evento tan trágico. Es realmente un privilegio representar a familias trabajadoras como estas cuando todo está en juego para ellos.
Los honorarios y gastos de abogados sumaron un total de $48,299,115.80
Los honorarios y gastos de abogados sumaron un total de $72,574,650.42
Jason Itkin, Noah Wexler y Roland Christensen, junto con Thomas R. Kline, Chris Gomez, Melissa Merck y Toby L. Millrood de Kline & Spector, lograron un veredicto histórico para nuestro cliente en lo que fue un punto de inflexión para las víctimas del producto herbicida altamente rentable de Monsanto.
Durante años, Monsanto (ahora Bayer) luchó contra políticas basadas en una creciente evidencia científica de que Roundup causa cáncer. Múltiples estudios a finales de la década de 2010 mostraron una vinculación convincente entre el glifosato (el ingrediente activo en Roundup) y el cáncer, específicamente el linfoma no Hodgkin. Un estudio de 2019 mostró que la exposición al glifosato llevaba a un 41% más de probabilidades de desarrollar cáncer.
Antes de este juicio, Monsanto había logrado evitar acciones legales de individuos que afirmaban que su diagnóstico de cáncer fue resultado de la exposición a Roundup. Varios de estos casos se combinaron en litigios multi distritales (MDL) en Philadelphia
En un MDL, la evidencia y el testimonio presentados en un caso son aplicables a todos los demás casos que siguen. El grado en que un demandante tiene éxito establece un precedente para todos los demás demandantes. Por lo tanto, Jason sabía que teníamos que cumplir para nuestro cliente y todos los clientes posteriores.
Durante tres semanas, nuestro equipo argumentó que Monsanto tenía la obligación de advertir a los usuarios que la exposición a Roundup probablemente causaba cáncer. "Monsanto sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando eligió no advertir a las personas que Roundup causa cáncer", dijo Jason al jurado durante el juicio. "Si les hubieran dicho la verdad, no estaríamos aquí en este tribunal."
Presentamos la historia de nuestro cliente con evidencia convincente, testimonios de expertos y todas las herramientas a nuestra disposición, resultado de años de preparación. Después de tres semanas, el jurado distribuio un veredicto que representó un verdadero punto de inflexión en la lucha por responsabilizar a los propietarios de Roundup: $25 millones para nuestro cliente en daños compensatorios y $150 millones en daños punitivos contra Bayer/Monsanto por no advertir a los usuarios del riesgo de cáncer.
Ganamos la primera victoria contra Roundup en el MDL de Philadelphia.
Un veredicto de $175 millones no solo trajo justicia para nuestro cliente y seguridad financiera para el resto de su vida, sino que ofreció esperanza a las otras víctimas de la exposición a Roundup que aún no han ido a juicio. Es la victoria que hace que los años de preparación y paciencia valgan la pena, y no podríamos estar más felices por nuestro cliente.