Vehículos autónomos: seguridad, leyes y conductores
El futuro ya está aquí: los autos que se conducen solos están cada vez más disponibles en el mercado.
Pero la idea de autos que se manejan solos no se limita solo a los autos. Desde barcos autónomos hasta camiones autónomos, la tecnología avanza de maneras sin precedentes. Sin embargo, con la innovación también llega la responsabilidad y un conjunto completamente nuevo de desafíos para enfrentar. Estos desafíos se relacionan no solo con la seguridad y la confiabilidad de la tecnología, sino también con el marco legal que rige su uso y, especialmente para los autos, el papel de los conductores humanos en este nuevo panorama vehicular.
Niveles de Automatización en Vehículos Autónomos
Para entender completamente las complejidades de la seguridad, las leyes y el papel de los conductores en los autos autónomos, es importante comprender los diferentes grados de automatización vehicular. Estos grados se clasifican típicamente en seis niveles, del 0 al 5.
Nivel 0: Sin Automatización
En este nivel, el conductor humano tiene el control total del auto, dirigiendo, frenando, acelerando y supervisando el entorno. Estos son autos tradicionales sin características de conducción automatizada. El viaje está completamente en manos del conductor, desde el principio hasta el final.
Nivel 1: Asistencia al Conductor
Los autos en este nivel están equipados con una o más características automatizadas principales, como el control de crucero, diseñadas para ayudar al conductor. Sin embargo, el conductor aún debe supervisar todas las demás tareas de conducción. Por ejemplo, un auto puede ajustar su velocidad para mantener una distancia segura del auto de adelante, pero el conductor es responsable de todos los demás aspectos de la conducción.
Nivel 2: Automatización Parcial
Estos autos están equipados con al menos dos características automatizadas que trabajan juntas, como el control de crucero adaptativo y el mantenimiento de carril. Esto libera al conductor de controlar esas funciones, pero el conductor debe permanecer atento al entorno de conducción y estar listo para retomar las otras tareas de conducción en cualquier momento.
Nivel 3: Automatización Condicional
En este nivel, el auto puede manejar funciones críticas de seguridad bajo ciertas condiciones, pero el conductor debe estar preparado para retomar el control cuando el sistema alcance sus limitaciones. El período de transición es crucial, ya que el conductor debe poder responder de manera oportuna cuando sea necesario.
Nivel 4: Alta Automatización
Los autos con alta automatización pueden realizar todas las tareas de conducción, incluso si el conductor no interviene cuando se le pide. Sin embargo, esta funcionalidad puede no operar en todos los entornos o condiciones. Por ejemplo, un auto de Nivel 4 puede requerir que un conductor humano tome el control en condiciones climáticas severas o situaciones fuera de la carretera.
Nivel 5: Automatización Total
Este es el pináculo de la automatización vehicular. Un auto de Nivel 5 puede realizar todas las tareas de conducción críticas para la seguridad durante todo un viaje, independientemente de si hay un conductor presente o no. Estos autos pueden operar en cualquier condición ambiental y realizar cualquier tarea que un conductor humano podría hacer.
Comprender estos niveles de automatización es clave para dar forma a las leyes y estándares de seguridad en torno a los autos autónomos. También ayuda a determinar el papel de los conductores, que cambia significativamente a medida que avanzamos en la escalera de automatización. Con cada nivel avanzado, la necesidad de intervención humana disminuye, allanando el camino para la conducción completamente autónoma y un futuro en el que las líneas entre conductor y pasajero se vuelven cada vez más borrosas.
Implicaciones de Conducción Autónoma en la Vida Real: Autopilot y Full Self-Driving de Tesla
En el continuo debate sobre vehículos autónomos, es crucial entender las implicaciones del mundo real de la tecnología y sus riesgos. Un caso impactante ejemplifica esto, involucrando a un Tesla Model Y que atropelló a un joven de 17 años en una autopista de Carolina del Norte en marzo, supuestamente operando en modo Autopilot.
El incidente, que ocurrió cuando el automóvil no disminuyó la velocidad ante un autobús escolar detenido, resultó en graves lesiones para el adolescente, incluyendo una fractura en el cuello y una pierna rota. La tía abuela del joven expresó una profunda preocupación acerca de las repercusiones de esta tecnología, afirmando que podría haber resultado en la muerte de un niño más pequeño.
Este accidente no es aislado. The Washington Post informa un aumento alarmante en los choques de Tesla en modo Autopilot, con 736 accidentes registrados en Estados Unidos desde 2019. Esta cifra es considerablemente más alta que lo que se informaba anteriormente. Los datos también resaltan un crecimiento alarmante en fatalidades y lesiones graves relacionadas con el Autopilot. Hasta ahora, al menos 17 incidentes fatales han sido vinculados definitivamente a la tecnología, con cinco lesiones graves reportadas.
Mientras que Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla, cree firmemente que los vehículos en modo Autopilot son más seguros que aquellos conducidos únicamente por humanos, incidentes como el de Carolina del Norte contrastan fuertemente con esta afirmación. Los datos no solo muestran patrones distintos en accidentes fatales que involucran vehículos de Tesla, sino que también revelan cómo decisiones de Musk, como expandir la disponibilidad de estas características y eliminar sensores de radar, podrían estar contribuyendo al aumento de los incidentes.
Sin embargo, es importante señalar que un informe de un choque relacionado con asistencia al conductor no implica que la tecnología haya sido la causa. Como afirma Veronica Morales, portavoz de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA), el conductor humano siempre debe estar en control y completamente comprometido con la tarea de conducción. No obstante, el aumento en los choques de Tesla es preocupante.
La expansión acelerada del Full Self-Driving de Tesla, que lleva la asistencia al conductor a calles urbanas y residenciales, es probablemente la causa del aumento en las tasas de accidentes. Además, el número total de choques relacionados con la tecnología de automatización sigue siendo minúsculo en comparación con los incidentes totales en carreteras. Pero el hecho de que Tesla represente la gran mayoría de estos choques relacionados con la automatización destaca los riesgos asociados con la experimentación agresiva con la automatización.
La expansión agresiva del Full Self-Driving de Tesla, de 12,000 usuarios a casi 400,000 en poco más de un año, se acompaña de un aumento significativo en los choques, con casi dos tercios de todos los choques relacionados con la asistencia al conductor de Teslas reportados en el último año. Mientras que las razones exactas detrás de esta correlación necesitan una investigación más detallada, los expertos expresan preocupación sobre la alta cantidad de incidentes de Tesla en los datos.
El caso del adolescente, el resultado devastador de la complacencia en la automatización, sirve como una severa advertencia sobre los peligros potenciales de la tecnología de conducción autónoma. A medida que continuamos adoptando esta tecnología innovadora, es vital equilibrar nuestra ambición con la necesidad de seguridad, regulaciones rigurosas y una educación integral para los usuarios. Críticos, como Lynch, ya están solicitando una prohibición de la conducción automatizada hasta que podamos garantizar la seguridad de todos los usuarios de la carretera.
Cómo los Autos Autónomos Afectan las Leyes de Conducción
Con el surgimiento de autos autónomos, el marco legal que rige el tráfico y la conducción debe ser reevaluado para dar cabida a estos avances. Esto se debe a que los vehículos autónomos representan un cambio de paradigma en la comprensión de la movilidad, quitando el control de las manos humanas y confiándolo a la inteligencia artificial.
Las leyes y regulaciones tradicionales de tráfico ciertamente se aplican a los vehículos autónomos como lo hacen a los convencionales. Sin embargo, el concepto "sin conductor" plantea profundas desafíos legales, especialmente en términos de responsabilidad.
En un escenario de accidente convencional donde los conductores humanos están en control, el establecimiento de la culpa y los procesos legales subsiguientes son bastante directos. Aquí, la responsabilidad recae en el conductor que ha violado una ley de tráfico, como pasar un semáforo en rojo, o ha cometido un error humano como la conducción distraída.
Sin embargo, la introducción de vehículos autónomos complica este marco. ¿Quién debería ser considerado responsable si un vehículo autónomo causa un accidente? ¿Es el operador humano, el fabricante del vehículo, el desarrollador de software que diseñó el algoritmo de inteligencia artificial, o el operador del sistema autónomo? Estas preguntas han iniciado un nuevo debate en la ley de tráfico.
Por ejemplo, el papel de un operador humano, o un 'usuario listo para intervenir', se vuelve difuso en el contexto de un vehículo totalmente autónomo. Si el automóvil autónomo es completamente autónomo, sin necesidad de intervención humana, entonces se vuelve desafiante responsabilizar al ocupante humano por las acciones del vehículo. La persona ni siquiera podría estar en posición de intervenir si el automóvil toma una decisión incorrecta.
Por otro lado, el papel de los fabricantes y desarrolladores de software en accidentes que involucran autos autónomos es otra área crucial de examen. Si un accidente se debe a un mal funcionamiento o error en el sistema de conducción autónoma, la responsabilidad podría recaer en las compañías que desarrollaron e implementaron el software o hardware. Por lo tanto, las leyes de responsabilidad del producto podrían entrar en juego, donde las compañías podrían ser responsables de fallas en sus productos que conduzcan a accidentes.
Otro problema clave gira en torno a los datos. Los vehículos autónomos suelen estar equipados con varios sensores y cámaras para ayudar en la navegación. En caso de un accidente, los datos de estas fuentes podrían ser cruciales para determinar qué salió mal y quién o qué es culpable.
A medida que los vehículos autónomos continúan evolucionando y volviéndose más prevalentes, hay una necesidad apremiante de que los marcos regulatorios evolucionen junto con ellos. Los cuerpos legales en todo el mundo están lidiando con estas complejidades, buscando diseñar leyes que puedan garantizar la seguridad mientras fomentan la innovación.
El Futuro de la Conducción Autónoma
El amanecer de los vehículos autónomos no solo está transformando nuestras carreteras, sino que también impulsa la evolución de nuestros sistemas legales. A medida que continuamos adoptando esta nueva era de movilidad, se vuelve crucial equilibrar el emocionante potencial de los vehículos autónomos con los intrincados desafíos legales que presentan.
En este paisaje que evoluciona rápidamente, una cosa está clara: mientras que los vehículos autónomos representan un emocionante salto adelante en tecnología, también exigen un escrutinio riguroso, legislación integral y una reconsideración del papel del conductor humano. A medida que navegamos por este nuevo terreno, el objetivo debe ser asegurar que la conducción hacia la innovación no comprometa la seguridad, la responsabilidad y el bienestar de los usuarios de la carretera.